domingo, 26 de mayo de 2013

Medicina participativa, por Bas Bloem

He aquí, entre otros muchos cabe imaginar, de ejemplo teatral de lo que debe ser la medicina. Aunque exista el rol del paciente y el del médico, cada uno de ellos con una función a realizar, es preciso que los terapeutas estemos al mismo nivel que la persona que padece una enfermedad, sea cual sea su origen y pronóstico. Y más si cabe, si se trata de un padecimiento crónico. Quien lo padece necesita ser comprendido y escuchado, y quienes hemos escogido escucharle y atenderle, debemos hacer eso: escuchar y atenderle. Y poner todos nuestros conocimientos a su servicio.

Es la forma de devolver a la sociedad lo que la sociedad hace por nosotros.